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Una de vaqueros…

By on junio 17, 2017

 

Por Hoy Día. ]

 

Alsonso:

  • Te dieron un voto de confianza, no un cheque en blanco…

 

La ignorancia de silviano raya ya, en lo sublime; ahora sale a rebuznar en contra del Poder Judicial, que los jueces salgan a dar la cara ya que a él, pobrecito, lo para la gente en la calle y le reclama que salgan libres los criminales, y esas, dijo él, son mamadas.

Lo que el goberladrón de Michoacán no dijo o explicó es que los agentes del ministerio público, ahora fiscales, no tienen la más mínima idea de cómo integrar una carpeta de investigación, utilizar pruebas forenses y presentar un asunto sólido para que el juzgador no se vea en la obligación de dejar en libertad a los presuntos culpables.

Tampoco ladró que hay una idiotez que se llama debido proceso, que implica salvaguardar la integridad física del presunto responsable, y que la procuraduría de martincillo godoy castro presenta a los imputables golpeados y con huellas de tortura.

Esto, tal vez les funcione en Toluca, en el Estado de México, de donde vienen y los jueces y magistrados se hacen de la vista gorda y sentencian en esas condiciones, acá, en nuestro amado Michoacán, gozamos de una cultura jurídica más que aceptable y estas anomalías no se dejan pasar.

En su perorata, el silviano arengó a los juzgadores michoacanos para que den la cara y, en pocas palabras, les reclamen a ellos y no a silvianito, pobrecito, mal asesorado y mucho peor aconsejado en éste y otros temas, por cierto, que explique Juan Bernardo Corona y martincillo godoy cuántos de sus elementos no cuentan con certificación en el nuevo sistema penal acusatorio.

La escandalera de silviano no pasó desapaercibida, hizo eco en el Supremo Tribunal y hasta en el Congreso del estado, el pasado lunes se montó un escenario propio de George Lucas, para que el presidente del Consejo y del Tribunal respondiera.

Marco Antonio Flores Negrete, magistrado presidente, sin aspavientos, guardando la compostura y con mucha mesura señaló que los jueces de primera instancia dan la cara en cada asunto del que tienen vista, pues la Ley Marca que las audiencias o juicios sean públicos. No se esconden en la toga.

También precisó que si no hay a la vista pruebas contundentes que no dejen duda a la culpabilidad de los justiciables, seguirán saliendo libres, lo que evitó decir es que la fiscalía o procuraduría se dedica a construir culpables y no sustenta legalmente una acusación.

De este evento en la sede el Poder Judicial se desprendieron muchos señalamientos y comentarios, como siempre, los amigos magistrados y jueces se negaron a comentar el tema y guardaron sepulcral silencio, algunos ya en lo corto se quejaron de la tibieza con que sintieron fueron defendidos.

Vayan ustedes a saber quién operó, pero el pasado miércoles desayunaron juntos silviano y Flores Negrete, salieron en sendas fotografías y, se supone, que conste, se supone, ya se zanjó este triste episodio de un roba vacas enamoradizo viajero frecuente en helicópteros rentados a su hermano.

Pero silviano no es el único perredista imbécil, resulta que al ser cuestionado respecto si debería de disculparse el titular del ejecutivo, Manuel López Meléndez, descoordinador de los becarios perredistas dijo que no, que su patrón silviano estaba bien y los jueces eran de verdad nefastos. Vaya tela.

Y ya que hablamos de nuestros becarios amarillos, el príncipe de Charo es como las palomas: da un paso y la caga, da otros dos pasos y la vuelve a cagar; Mauricio Prieto Gómez no atina a desempeñarse como un diputado al menos con la intención de trabajar.

Resulta que sube a exhortar a los 113 ediles michoacanos a que dejen de hacerse majes y elaboren el atlas de riesgos que le permita a protección civil estatal elaborar el propio, copiar, y estar listos para atajar y resolver contingencias.

El poco enterado becario Prieto no sabe que el Queso de Puerco, mejor conocido como Carlos Mandujano se pasó seis años de Lazarito, cuatro del Chino Godoy y lo que va del silviano, rascándose las narices sin entregar lo que por Ley debió de haber realizado desde hace más de 6 años.

Luego, mientras los 39 becarios restantes imprimen sus documentos a dos caras para ahorrar papel, el príncipe Gasolinero Prieto no, él imprime a una sola cara gastando el papel que ni en sus oficinas corporativas se atreve a usar, de verdad hace falta que Mauricio, Prieto, asesore a su carnal mayor pues de verdad está arrastrando el apellido por los suelos.

Han de saber que una de las diputadas que sale a rasgarse la vestidura y a gritar “defendiendo” a los periodistas ultrajados, es la misma que se regodea poniendo motes y apodos a las comunicadoras que cubren la fuente política, es la artífice de bautizar a las Gárgolas.

Suben y bajan a Manuel Mireles como si fuera niño héroe, cuando es todo lo contrario, no solamente él y su hijo han purgado sentencia por narcotráfico, también trasciende que cuando fue dirigente en el PRI estatal de la CNOP lo dieron de baja por andar defraudando gente.

Lo primero que debe hacer Mireles es sacudirse a su abogado defensor, que le va a quitar la posibilidad de llegar a una curul por la vía plurinominal y, nachito Mendoza también arrastra un negro historial como funcionario público, específicamente de cuando fue subprocurador regional en Zamora. Luego que se calle el hocico, pues de tantas burradas que dice le van a sacar otro susto.

No hay dinero, dice silviano, pero se da el lujo de traer a Morelia el programa HOY, que cobra unos buenos millones de pesos por este tipo de presentaciones, lo que no hay es congruencia, en un tipo que nunca ha terminado un periodo por el tiempo que fue electo.

Dijo silviano que se va en Octubre a buscar ser candidato a la presidencia por el PRD, pero luego sale a patear el pesebre, tanta irresponsabilidad no es tolerable pues la crisis que vive Michoacán requiere a un gobernante comprometido y de tiempo completo.

Va un afectuoso saludo a quienes haen posible que día a día El Búho Michoacano ofrezca un contenido noticioso ameno y contundente, a su director, Javier Rueda Hernández, nuestro reconocimiento y admiración por sus siete años de trabajo ininterrumpido.

 

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